LA COMUNICACIÓN PERSONAL EN LOS BUQUES MERCANTES
En esta ponencia se resumen los
estudios que llevados a cabo sobre un tema que cada vez preocupa más a los
responsables de los recursos humanos de las tripulaciones actuales de los
buques mercantes. Este tema es el de la relación entre las tripulaciones
multiculturales y la seguridad a bordo y el bienestar de los trabajadores del
mar, se repasan los problemas de convivencia a bordo debidos a la inadecuada comunicación
entre las personas que componen las tripulaciones multiculturales de la marina
mercante mundial, o tripulación venezolana laborando en puerto extranjeros y se exploran las posibles
herramientas que se pueden utilizar para evitarlos.
Por mucha tecnología que haya en
los barcos y en las empresas, al final las máquinas funcionan porque detrás hay
personas, al igual forma en los
mandos del puente y las personas son mucho más complicadas que las máquinas y
que del mismo sistema de gobierno, saber
tratar a las personas es tan importante o más que saber tratar los equipos que
hacen funcional el buque. Éste es un hecho que muchas veces es olvidado por
algunas empresas y se producen momentos de peligro a bordo, debidos precisamente,
a malentendidos entre tripulantes o entre tripulantes y personal de tierra o de
otros buques, o simplemente por fatiga psíquica de los tripulantes que llevan
demasiado tiempo embarcados. Hasta un
80% de los accidentes en los buques son causados por errores humanos (Storgard,
Berg & Brunila, 2013), por lo que es vital para la seguridad en los buques
comprender bien cómo es el proceso de comunicación personal y cómo se puede
asegurar en la medida de lo posible la buena salud psíquica de los tripulantes
de los buques mercantes hoy en día, hay que tener en cuenta que los marinos no
solo trabajan con máquinas, si no que viven largas temporadas dentro de una
máquina, que es el barco que tripulan. Además, esta máquina está en movimiento
en un entorno hostil, como es el mar, que en ocasiones castiga a los
tripulantes con tempestades que hacen dura la vida a bordo, cambios rápidos de clima
en muchos viajes interoceánicos, etc.
Es importante, también, entender
que el marino trabaja alejado durante semanas de su entorno familiar, sin una
jornada fija debido a múltiples imprevistos, sin posibilidad de alejarse
mentalmente de los problemas laborales del día a día, conviviendo
necesariamente las veinticuatro horas con las mismas personas y habitualmente
en un entorno multicultural inmerso en un grupo de personas con diferentes
idiomas, conducta, pensamientos, hábitos, raza y referencias culturales. Cada
vez hay más estudios que abordan este tipo de problemas para poder tener datos
fiables y herramientas para mejorar el bienestar de los marinos y la seguridad
en los buques, todo esto está produciendo, cambios en las legislaciones
internacionales que afectan a la regulación del trabajo marítimo para evitar,
en lo posible, problemas de seguridad derivados por la fatiga y el estrés de
las tripulaciones.
Todo el mundo conoce el proceso
de comunicación normal entre un emisor y un receptor, Sin embargo este proceso no sigue el mismo esquema cuando
se está en un buque, sobre todo si es un buque con una tripulación multicultural
o tripulación venezolana en puerto extranjeros que es hoy en día lo más
habitual, el entorno y todo lo que rodea al proceso de comunicación se ven alterados
de forma que el proceso de comunicación a bordo responde más a otro esquema, el entorno ya no es estable,
sino que puede cambiar de un momento a otro por ruidos provenientes del propio
buque o por fenómenos meteorológicos. El emisor y el receptor a menudo no
comparten el mismo idioma, ni son del mismo estrato social, a lo que hay que
sumar que dentro del organigrama de la tripulación pueden ser de diferente
rango.
Siempre hay alguien que está por
debajo del otro, lo que, en muchos casos, dificulta el que se dé una verdadera
retroalimentación, por ejemplo, es habitual entre los marineros de algunos
países orientales que por su cultura sean incapaces de decir que no a un
superior (Horck, 2005), lo que en la práctica supone que respondan que han
entendido las instrucciones que les han dado incluso cuando no lo han hecho. De
la misma forma, el hecho de ser de culturas muy diferentes puede hacer
complicado el comprender el lenguaje no verbal, que es una parte muy importante
de la comunicación (Horck, 2005). Por ello, es muy importante que los
tripulantes de un buque, sobre todo los oficiales, tengan todo esto en cuenta a
la hora de establecer una comunicación eficaz entre los diferentes trabajadores
del barco, de forma que se aseguren en todo momento de que los mensajes
emitidos han sido recibidos y entendidos por los receptores, evitando de esta
forma situaciones que pueden desencadenar accidentes a bordo.
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