EL FACTOR HUMANO

Las actividades de la OMI se puede decir que también están centradas en el “Factor Humano“, pues las estadísticas han demostrado que gran parte de los accidentes marítimos, próximo del 80%, son debido a errores humanos. Las causas de ellos se deben a diversos factores que pueden ser producidos por una administración ineficiente de la empresa o deficiencias de la dotación de gente de mar que tripula el buque, como ser preparación y entrenamiento inadecuado, equipos mal operados, fatiga, desmoralización, dificultades de entendimiento por el idioma, etc., sin embargo se estima que eliminando estas causas será la mejor forma de prevenir los accidentes, por lo que también las acciones de la OMI estarán dirigidas a elevar los estándares en esta área.

El factor humano es el factor esencial dentro de cualquier tipo de organización por lo cual la tecnología facilita la labor y en muchos casos es imprescindible para poder llevarla a buen término. Pero como siempre, el buen uso de las herramientas que la técnica pone a nuestra disposición depende del nivel de competencia de su usuario. Es la calidad de las tripulaciones lo que marca la diferencia en términos de rendimiento. Y para optimizar el rendimiento hay que buscar la consecución de un adecuado entorno profesional y laboral.

Centrándonos exclusivamente en el plano profesional hay que destacar que un aspecto que favorece el rendimiento es la motivación. Y desde mi punto de vista la motivación implica que se faciliten los medios para el desarrollo profesional y adquisición de capacidades que exige el puesto de trabajo. Supone también hacer solidaria a la persona con un fin que trasciende sus meros intereses particulares. Y esto se logra creando un saludable espíritu de equipo y de identidad profesional. Cuando se promueve el compromiso de la persona con un proyecto o con una idea útil a la sociedad se saca lo mejor del individuo. No se trata, por supuesto, de un gremialismo desfasado, sino de poner los medios para  involucrar a la persona,  desde su particular posición  en el logro de unos objetivos generales.

 De lo anterior se desprende que un programa formativo exigente es un ingrediente básico de la motivación en su faceta estrictamente profesional. En aquellas actividades que suponen un riesgo implícito, la formación y el desarrollo profesional incrementan además los niveles de seguridad. Esto es una realidad incuestionable en el sector marítimo, y es por ello que la OMI a través del Convenio STCW  ha subrayado cada vez más en los últimos años la importancia del Factor Humano, en particular con las enmiendas del 95, 2010  y el código ISM (en vigor desde el 98) y que se hará extensivo a todos los buques en el 2002. Ambos tienen por destinatarios a las personas involucradas en la navegación marítima, es decir, la gente de mar y los gestores de buques. Y aunque no lo menciona expresamente soy de la opinión que el espíritu de tales Convenios es aplicable a las organizaciones de salvamento en el sentido de que por la naturaleza de sus funciones y las repercusiones que pueden tener los accidentes marítimos están en la obligación no solo de planificar minuciosamente sus cometidos sino de potenciar el bagaje formativo y la capacidad de respuesta del personal encargado de gestionar las emergencias. Además, por otra parte, la opinión pública en las sociedades desarrolladas exige el mayor grado de protección y eficiencia en los servicios de emergencias, y es muy sensible ante errores derivados de la imprevisión, planificación deficiente o un mal uso de los recursos disponibles.

Entonces para la primera década del año 2000, la OMI ha centrado mantener su visión en el elemento humano y desarrollar una cultura de la seguridad y toma de conciencia de la importancia que tiene el medio ambiente en todas las actividades marítimas y asegurar la implantación eficaz de los Convenios Internacionales y Códigos Técnicos existentes, ello en el bien de evitar la pérdida de vida en los accidentes y siniestros marítimos y prevenir la contaminación que pueda producir la nave por el accidente o por su operación manteniendo, en base a normas técnicas internacionales, su lema “Navegación más segura en mares limpios”.

• Relación entre el Factor Humano y el Seguro.

Entre el Factor Humano y el Seguro existe si se pudiera decir una estrecha relación porque debido a la parte profesional, la experiencia y el entrenamiento entre otros, podemos decir que se pueden identificar los errores humanos en las operaciones marítimas con riesgos y así de esta forma no va a ser necesario el uso del seguro para un determinado siniestro donde se vea involucrado el factor humano.  Sabemos que es imposible que no ocurra ningún tipo de siniestro en la mar, pero se puede reducir dichos riesgos.

• Que opinión le merecen estos programas de entrenamientos.

Los programas de entrenamientos están basados en la vida cotidiana a bordo de los buques y por ello es imprescindible que sean desarrollados con la mayor importancia porque con ello podemos hacer prácticas a determinadas situaciones de emergencia y de esta manera asegurar la seguridad en el sector transporte y minimizar el número de errores humanos que pudieran presentarse. Al concluir dichos entrenamientos podemos decir que nuestra tripulación esta apta para enfrentar cualquier tipo de anomalía que se presente a bordo. Es importante que siempre se refuercen las debilidades que pudiesen ser encontradas en nuestra tripulación porque con ello garantizamos nuestra capacitación y como mencione anteriormente minimizaremos el riesgo del FACTOR HUMANO.